
Siempre he
cuestionado sobre el espíritu de la risa, siempre tan travieso, algunas veces
apropiado y otra veces inoportuno. Es la risa, esa enigmática y mística energía
que llega tan repentina como el azar y la suerte, tan seductora y tan aclamada
en los momentos de tensión que se podría decir muy seguramente que es tan justa
como Dios ya que no discrimina y no distingue clase social o racial, llega sin
llamado alguno como si fuese un mensaje...