Tal vez llevo esperando muchos años, quizás siglos y
milenios. He navegado por este mundo con
diversos cuerpos, he sido fiel espectador entre la vida y la muerte, he
llorado con distintos ojos y he reído con total felicidad. Pero aquí estoy,
sumergido en la incertidumbre sin saber quién soy, involucrado en la
perplejidad de la existencia con la inquietante necesidad de encontrar el
complemento de mi alma.
He deambulado por muchos mundos, he cruzado fronteras,
he andado por mares, conozco distintas dimensiones. Pero aquí estoy, sin
brújula y sin horizonte alguno sin la
certeza de pisar un suelo.
He conocido el amor en la fraternidad, he sido padre,
he sido hijo y también hermano. Puedo
decir que conozco más almas que cuerpos en esta vida terrenal. Pero aquí estoy,
sumergido en mi propia soledad abrazando a la melancolía.
He vivido y he muerto numerosas veces. He visto
la luz en la oscuridad así como también
he visto el lado oscuro de la luz,
conozco el deceso y conozco la vida. Pero aquí estoy, condenado a transmutar
hasta encontrarme.
He volado sin necesidad de alas, he sido amigo del
viento. Soy fuego cuando tengo hambre y soy agua cuando tengo sed. Conozco la
opulencia en la riqueza así como también conozco la escasez en la pobreza. Pero aquí
estoy, con mi cuerpo inerte y mortal
viviendo en lo recóndito del universo.
He sido feliz y también infeliz, he llorado hasta
carcomer el alma, he reído con el glorioso regocijo de un soplo de Dios.
Conozco la brisa fresca del amor así como también conozco el desahuciante
abismo del miedo. Pero aquí estoy, aferrado a la esperanza, sometido a la vida
y con los ojos vendados.
Pero luego te vi nacer y me inyectaste de vida
nuevamente, le diste de beber a esta alma tan sedienta, dotaste de luz y
color a mis propias sombras, fuiste el
milagro divino para este espíritu
bohemio y transeúnte. Pero heme aquí, reencarnando eternamente para
poder verte nacer y poder encontrar por fin la razón de mí ser. Soy consciente de que la espera fue larga,
pero mi prolongado y constante paso por este mundo solo se debe a este
encuentro entre tu alma y la mía.
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