martes, 13 de enero de 2015

CALDO DE POLLO PARA LA TUSA

Si en estos momentos evocáramos en nuestra mente ese sublime recuerdo del primer amor, seguramente aspiraríamos aire prolongadamente y emitiríamos alguna especie de sonido que denotaría algún tipo de deseo, todo esto sin darnos cuenta que estaríamos suspirando por aquella persona que fue algún recuerdo del pasado pero que en nuestro presente sigue transmitiendo ese olor a nostalgia con la sensación fría de la añoranza. Vivir y recordar ese sentimiento del amor es algo bastante complaciente, pero a su vez podría resultar siendo algo desahuciante. Se podría decir que el amor es casi vital, es esa condena impuesta por los dioses como castigo para someternos a la eterna mortalidad. El amor es como la suerte, llega cuando no lo llaman, nos instala en la confusión y se esfuma como niebla cuando intentamos detenerlo, algo parecido quiso decir el escritor Paulo Coelho en su frase célebre:

 "el amor es una fuerza salvaje. Cuando intentamos controlarlo, nos destruye. Cuando intentamos aprisionarlo, nos esclaviza. Cuando intentamos entenderlo, nos deja perdidos y confusos." 



Pero mi verdadera intención en éste escrito no es hablar del amor, sino al contrario, mi propósito realmente es hablar sobre el mal de amor o "tusa" como se le denomina coloquialmente a tan triste acontecimiento. La tusa, ese sentir tan devastador ha sido la causante de miles de borracheras, inspiradora de miles de rancheras y emisora de cuantos llantos inquebrantables a la humanidad, es tan agobiante este sentimiento que propongo a todas a las entidades médicas la posibilidad de considerarlo como enfermedad o motivo de incapacidad médica, porque la verdad es que el mal de amor es igual que un virus que inclusive podría ser fatal según el apego en el que se encuentre la persona hacia su ser amado. Mientras que un especialista médico ante cualquier gripe o cualquier virus receta unos medicamentos que seguramente ayudarán al sistema inmunitario de nuestro cuerpo, nuestra progenitora o en algunos casos la abuela nos ayudará con un milagroso caldo de pollo que gracias a sus propiedades anti inflamatorias y a su mayor ingrediente hogareño (me refiero al amor maternal) resultará aún más efectivo que cualquier procedimiento científico para aliviar a tan temido malestar. Pues lastimosamente, esto mismo no sucede con la abominable tusa, ya que no existe ninguna píldora (aparte de las psiquiátricas) para aminorar esta enfermedad, ni mucho menos existe un caldo de pollo milagroso con propiedades místicas para ayudar a emancipar al enfermo de tan enclaustrante apego emocional. Para esto, bajo este escrito me atrevo a revelar una receta de pollo, receta milenaria que me ha ayudado a superar con dignidad las mil millones de tusas tusas que he vivido, con esto no quiero decir que soy una especie de gurú de la tusa como aquellos personajes ermitaños de barba larga y blanca mostrados en las películas chinas, sino por el contrario quiero enseñar bajo la maravillosa imperfección del ser, una gran enseñanza aprendida detrás de un gran error cometido. Para esto hago una lista de ingredientes esenciales y luego fragmentaré la receta en  5 diferentes pasos: 


INGREDIENTES: 
1. Un paquete de aceptación 
2. 50 bultos de dignidad 
3. 150 kilos de autoestima 
4. 1000 litros de esperanza  
5. 40 cucharadas de determinación 
6. 20 cucharadas de voluntad 
7. Orgullo y ego al gusto 

PASO 1:

Después de haber tenido una ruptura amorosa es natural sentirse deprimido, triste y desolado. Seguramente cualquier ranchera, canción de Andres Cepeda o alguna canción de Santiago Cruz, algunos con más descaro Jhonny Rivera harán que usted se identifique completamente con una de sus letras. Recomiendo como paso principal de la receta evadir cualquier tipo de canción amorosa o de despecho, ya que esto lo que ayuda es a entorpecer cualquier tipo de cocción. En este primer paso lo que se debe hacer es destapar un paquete de aceptación y esparcirlo en un tazón, para así poder separar la fantasía de la realidad, es importante que usted se deje de engañar a sí mismo llenándose de falsas esperanzas, sea realista, esa relación no tiene otra vuelta, si terminó fue por algo, darle más vueltas al asunto lo que hace es perjudicarlo a usted mismo. Es por esto que es importante que usted acepte la ruptura para así poder darle inicio a los otros pasos de la receta. 

PASO 2:

Después de agregar y esparcir el paquete de aceptación, se debe mezclar en un recipiente aparte los 50 bultos de dignidad con 150 kilos de autoestima, estos dos ingredientes deben ser batidos con una cuchara de madera, es importante batirlos con la cara en alto ya que si se baja la mirada o la cara lo que produciría es entorpecer completamente la receta y se tendría que volver al paso 1. Mientras se bate con la cara en alto, se recomienda recordar que usted es una persona llena de virtudes y que merece ser valorado como tal por lo tanto es necesario que nunca mendigue amor. Recuerde muy bien que nadie ha muerto por amor. 

PASO 3:

Una vez lista la masa de la mezcla entre la dignidad y la autoestima, se debe agregar mil litros de esperanza para así poder hacer que esa masa tan sólida sea ahora una masa más densa y homogénea, ya que es importante que a este punto la receta tenga confianza  y se tenga en claro que existen más horizontes y que esa persona que nos defraudó tiene defectos y que no era tan perfecta como queríamos idealizar. 

PASO 4:

A este punto observamos que la masa ya está mucho más densa, por lo tanto ya podemos mezclarla con la aceptación para así poder agregar las 40 cucharadas de determinación y las 20 cucharadas de voluntad. Hervimos a fuego alto, cabe resaltar que es de suma importancia el fuego alto ya que aquí es donde se elimina cualquier tipo de recuerdo triste. 

PASO 5:

Agregue orgullo y ego al gusto. Recuerde que una vez usted se recupere de tan estruendosa tusa, lo más seguro es que su ex pareja lo busque para dañarle su tranquilidad y así quitarle esa victoria de sus manos, es por esto que recomiendo agregar orgullo y ego al gusto para que usted pueda darle un sabor exquisito a este placentero plato. En esta receta hay personas que aplican un clavo, ya que un clavo saca otro clavo, yo personalmente no recomiendo el uso de este elemento por la simple razón de que el clavo es un ingrediente que lo que hace  es prolongar la tusa dándole al consumidor una alta sobredosis de dependencia afectiva  y lo que se busca realmente con este caldo es llegar a la liberación del mal de amores. A  este punto muchos se preguntaran ¿dónde esta el pollo en el caldo? Pues el pollo o la pollita la encontrarán ya después de haberse recuperado totalmente de la tusa. Una vez lista la receta sugiero dejarla en reposo, ya que la venganza es un plato que se sirve frío. 

Elaborado por: Joan Sebastian Andrioli ELABORADO POR JOAN SEBASTIAN ANDRIOLI

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